14.5.12
Me dado cuenta de que el daño no lo hacen las personas sino “lo que queremos a esas personas”. Alguien que no importa, que no quieres, jamás te hará daño porque dará igual lo que haga, nunca te podrá decepcionar ni habrá recuerdos de algo que te haya dejado huella ni te habrá dicho cosas tan sinceras que aunque ya no las diga, tu las sigues escuchando, aunque luego te das cuenta que no se puede oír lo que no te dicen…
Pero cuando hay alguien que importa, que quieres, todo eso se vuelve en tu contra porque importa todo lo que haga, cada paso que de, importan los motivos por los que ría o llore y has pasado tantos momentos con esa persona que la mente parece un cine, los recuerdos una continua película de ellos, y el espectador número uno es el corazón que lo mismo le da por reír que por llorar.
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