Everything Everyone Everywhere Ends
Siéntate. Respira ondo, dale aquí al play, y sigue leyendo con calma.
Piensa en tu ser más querido: tu madre, tu padre, tu hermano, tu hijo, tu pareja. Ahora imagina que se muere. Un accidente, una muerte tranquila o una horrible. Siento si parezco brusca, así es la muerte. No, pero imagínalo de verdad, no tengas miedo, date tiempo. Estarás seguro de que lo has conseguido si la desesperación se apodera de ti.
No lo hace, ¿verdad? Y la paradoja de esto, es que la mayoría de nosotros no demostramos realmente cuánto queremos a esta persona hasta que le ocurre algo y desearíamos haber hecho las cosas de otra forma, hasta que por fin sentimos la desesperación que implica el amor que le tenemos. Pero lo más triste, es que seríamos afortunados si muriésemos nosotros antes, pero como eso rara vez ocurre… seguramente nos toque despedir a las personas que más queremos en este mundo, quizá incluso más jóvenes que nosotros mismos. Y seguramente ahora ya pensemos que estamos jodidos. No quiero saber qué pasará entonces, aparte de darnos cuenta de lo mucho que teníamos antes de semejante desgracia. La muerte te enseña la fuerza con la que debes aferrarte a la vida si eres capaz de planteártelo a tiempo.
Recuerda el “Memento mori”: “Come, bebe, cásate, drógate, folla o simplemente vive tranquilo… pero haz lo que quiera que te haga feliz, porque quizá mañana no estés aquí”
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